martes, 20 de octubre de 2009

LA VUELTA VICTORIOSA DE LOS VAMPIROS.

“Escenas que traten con/utilicen instrumentos asociados a los muertos que caminan, tortura, vampiros y vampirismo, entes mórbidos, canibalismo y hombres lobo están prohibidos” -un párrafo del famoso código de comics estadounidense del año 1,954.

La idea (que estaba basada la regla impuesta por la Autoridad del código de Comics) era disminuir los excesos gráficos en los comics de horror en esos años cincuentas
Algunas editoriales no se sometieron a que sus comics pasaran a ser revisados por el código censurador fueron Gilbertson, Gold Key y Dell.
Por ejemplo, Dell tenia su propio código, en su declaración “Un compromiso con los Padres” mencionaban “el código Dell elimina enteramente, en vez de regular, material desagradable”. Esto significaba que ninguno de sus comics seria desmesurado sobre el género de terror.
Si tomamos como ejemplo a los vampiros, estas criaturas de versiones cinematográficas o de novelistas famosos podían aparecer en Dell, como DRACULA de los estudios Universal en 1,962.
Cuando Marvel Comics mostró que el generó de los súper héroes volvía a ser rentable, Dell trajo de vuelta a los monstruos clásicos, pero convertidos en súper héroes. Drácula se veía bastante…raro –afortunadamente, no duraron mucho esos comics y fueron olvidados con el tiempo- pero los vampiros estaban por hacer un movimiento peculiar.
A mediados de los años sesentas, la censura en las historietas estadounidenses comenzó a permitir la aparición de vampiros, pero solamente si se les mostraban estrictamente en comics humorísticos, no en comics de horror. La editorial American Comics aprovechó la relajación del código y se comenzaron a ver versiones de monstruos clásicos en una forma graciosa. Recuerden que en la televisión de esos años, se popularizaron personajes como “Los Munsters” Y “La Familia Addams”.
National Periodical Publications tampoco desaprovechó el momento y comenzó a utilizar básicamente a todos los monstruos que popularizo los estudios Universal como al monstruo de Frankenstein, el Hombre Lobo y Drácula.
Estas versiones caricaturescas aparecieron entre 1,965 y 1,968 como personajes de reparto en los últimos números de LAS AVENTURAS DE BOB HOPE (un comic inspirado en el actor cómico estadounidense) acompañándolo estaba el superhéroe súper-Hip, quien era su sobrino aburrido y normal de Bob –personaje creado para el comic- este sobrino acudía a una escuela secundaria donde los monstruos eran los profesores.


Súper-Hip y la facultad de los monstruos fueron incluidos en el comic con la intención de continuar con ellos, después que la autorización de usar a Bob Hope caducara. El mismo objetivo se buscaba con los personajes de la Bruja Kraft y Renfrew en el comic LAS AVENTURAS DE JERRY LEWIS. Los comics humorísticos de National (DC Comics) eran escritos en su mayoría por Arnold Drake y dibujados por talentos como Bob Oskner y Neal Adams.
Las revistas de historietas de horror que publicaba Warren Publishing -sin el sello de aprobación del código de comics- se vendían muy bien a finales de los años sesentas, en sus historias para un publico maduro, aparecían monstruos y situaciones que aparentemente no alteraban a las autoridades gubernamentales. La posición “anti-vampiro” entre los comics estaba aflojándose aun más, al salir publicado el comic SOMBRAS OSCURAS (basado en una popular serie de televisión cuyo protagonista era el vampiro Barnabas Collins) por Western Publishing en su línea Gold Key.

Eventualmente, el código de Comics determinó que vampiros y otras criaturas no eran tan malas después de todo y terminaron cambiando la prohibición. La cláusula fue alterada el primer día de Febrero de 1,971: “Escenas que traten con/ utilicen instrumentos asociados a los muertos que caminan o tortura no serán usados. Vampiros, entes mórbidos y hombres lobo serán permitidos para su uso cuando sean manejados en la tradición clásica, como Frankenstein, Drácula y otros trabajos literarios de alto calibre escritos por Edgar Allan Poe, Saki (H.H. Munro), Sir Arthur Conan Doyle y otros respetados autores cuyas obras se leen en los colegios de todo el mundo.”



Y al poco tiempo, una explosión de vampiros y monstruos, se hizo presente en el renovado género del horror.
Escrito por Héctor Augusto Sovero Gastañeta.

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