martes, 27 de octubre de 2009

DRACULA Y BLADE VISTOS POR EL DECANO.

Cuando Stan Lee y sus editores asociados estaban estudiando el proyecto de lanzar una historieta sobre el Conde Drácula, Gene “the dean” Colan había escuchado sobre eso en las oficinas de Marvel, Colan, quien laboraba en DAREDEVIL, vio la oportunidad de hacer algo diferente y le pidió a Lee para ser considerado para ser el dibujante, pero fue rechazado. La razón fue que –según Lee- la historieta ya estaba asignada a Bill Everett.
Para demostrar que ÉL era quien debería hacerse cargo de los dibujos (y por sugerencia de su esposa) Colan trabajó en unas pruebas sobre el personaje, en diferentes poses como un montaje. Después de enviarle la muestra a Lee, este llamó al día siguiente a Colan para decirle que tenia el trabajo.
Para la apariencia del personaje, Colan se inspiró en un actor estadounidense: “Yo tenia un actor en particular en mente, nunca hizo el papel de Drácula, era Jack Palance. Yo lo había visto hacer de Jekyll y Hyde para la televisión y en ese instante, yo sabia que Jack Palance tenía la apariencia cadavérica, la mirada retorcida en su rostro…para ser el Drácula perfecto.”

Para esos primeros números, Colan aportaría las oscuras sombras, los escenarios escalofriantes y el material atmosférico como los cementerios, murciélagos, la noche, las esquinas de las calles, “para darle más peso a la historia, yo siempre buscaba algo en donde poner una sombra adecuada. Me sentí muy bien haciendo el comic, lo oculto, el misterio de lo desconocido, probablemente desde que yo vi “Frankenstein” de chico, yo me quede traumatizado, y desde entonces he estado intrigado con cosas de horror. Para estar de humor dibujando, ponía música muy escalofriante, de bandas sonoras de filmes o me ponía a escuchar algo de la música clásica. También escuchaba efectos de sonidos, rayos y truenos, mayormente tormentas.”
La idea con que se inició LA TUMBA DE DRACULA fue que el villano, entre maldad y maldad, ya tenia una banda de cazadores de vampiros que lo quería aniquilar, luego el giro argumental que dio el comic fue encontrar personajes que mostraran ser más villanos que el Conde de Transilvania.

Para Colan, Drácula no era lo bastante malvado y que le hubiera gustado que los guiones lo hubieran hecho ser mucho más maligno: “Visualmente, yo trate de mostrar cuan malvado era este personaje y que se viera verdadero. Yo había visto la película ‘El Asechante Nocturno’ (el debut televisivo de “Kolchak”) que trataba sobre vampiros y eso también me agradó como para incorporarlo, en la forma como tenían desequilibrado al televidente con las situaciones planteadas. Yo incorporaba varias cosas que no estaban en el guión, pero necesitaba el permiso del escritor para seguir adelante con mis ideas.”
Comentando su papel en la co-creación del popular Blade, el Asesino de Vampiros, “el decano” dijo: “Marv Wolfman me dijo que Cuchilla era un hombre negro y nosotros hablamos sobre como él debería vestirse y como debería verse, muy heroico. Ese fue mi aporte.
Los negros no eran participantes en los comics de ese tiempo, la verdad es que no. Así que yo quería ser uno de los primeros en mostrar negros en las historietas. Existían personas negras en este mundo, ellos compran comics ¿Por qué no deberíamos hacerlos sentir bien? ¿Por qué yo no debería tener la oportunidad de ser uno de los primeros en dibujarlos? ¡Yo lo disfrute!”
Sobre la versión de Hollywood del personaje, Colan expresó su satisfacción por ello, “yo no visualizó a Wesley Snipes como Blade. Pero él hizo un condenado buen trabajo. Si, eso me hizo sentir bien, seguro. ¡Especialmente cuando mi nombre apareció en la gran pantalla!”
Colan demostró no extrañar a DAREDEVIL ó cualquiera de los títulos de súper héroes que podría estar haciendo, “yo estaba disfrutando completamente lo que hacia con Drácula, los súper héroes fue algo que había dejado atrás, yo buscaba algo nuevo y sabia que LA TUMBA DE DRACULA era un comic ganador, así que le puse todo lo que yo tenía en ello.”
Marvel, en ese entonces, tenia la habilidad para hacer que una moda o tópico se convirtiera en una historieta que valiera la pena. Ese fue el caso con el Señor de los Vampiros.
Escrito por Héctor Augusto Sovero Gastañeta.

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